lunes, 1 de octubre de 2012

El nuevo golpe de gracia para la cultura musical

REPORTAJE


-La subida del IVA del 8 al 21% aprobada por el Gobierno que afectará entre otros al sector de la música, pone en serio peligro su supervivencia.

-Promotores españoles de eventos musicales, salas de conciertos, y artistas plantean la posibilidad de desembolsar de sus bolsillos el coste añadido de la subida del IVA, para no tener que encarecer los precios de los conciertos y festivales.


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Con la subida del IVA anunciada por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que está en marcha desde el día 1 de septiembre, se ha asestado “la puntilla”, como se dice coloquialmente, al sector musical, que ya malherido desde hace bastantes años se enfrenta a un panorama bastante desalentador y duro a partes iguales. Desde el gobierno se expone que este sector es un mero “entretenimiento” y sin más se le vuelve a hacer la zancadilla, como si al intentar salir a flote alguien le tendiera una mano y en vez de intentar ayudar le hundiera más la cabeza en el agua.

 Entre los productos que más van a ver aumentado el IVA se encuentran las entradas a eventos deportivos de carácter aficionado o espectáculos. Esto es, que las entradas de cine, teatro, circo, parque de atracciones, conciertos, bibliotecas, museos, zoológicos, y exposiciones verán incrementado su IVA del 8% al 21%.  “En Portugal se aplicaron medidas similares y  la oferta de música en directo cayó un 45%”, ha afirmado David Sanz, promotor de conciertos y de la agencia Calle Underground.

Hace poco la prensa recogía un artículo que exponía que algunos artistas de la talla de Juanes, habían decidido desembolsar de su bolsillo el coste añadido de la subida del IVA en su próxima gira española, para que su público no notara la subida del precio de las entradas. Pero no todos los artistas tienen ese “poderío económico” que les permite hacerse cargo de este coste añadido, sobre todo si miramos a las bandas indies de nuestro país, que descontando a tres o cuatro formaciones, con su música solo se llevan lo justo para vivir y para no tener que trabajar en otra cosa, aunque en muchas ocasiones tengan que seguir compaginando el trabajo como músico con otro. “Nos gustaría dedicarnos 100% a la música, pero de momento es imposible. Si viviéramos en casa de nuestros padres y nos pagaran la comida, quizás. Pero no es así”, confiesa Josephine, miembro de la banda Boat Beam.

“No todos los que trabajamos de la música vivimos en lujosas mansiones como algunos artistas internacionales, la gran mayoría malvivimos para poder seguir currando en esto” explica el promotor musical David Sanz, que se queja de que en este tema, como en todo, siempre van a ser unos los más afectados.


En el sector de la música siempre han existido problemas que han ido poniendo palos en la rueda de esta industria, como cuando se quiso poner en contra a discográficas y público, haciéndose ver que el problema de la piratería venía solamente inducido por unos precios demasiado altos de los discos y unos intermediarios que se llevaban demasiado dinero, obviando que bajando el IVA que recaía en esos productos este problema posiblemente disminuiría, en cambio ahora se decide incrementar este impuesto que va a asestar el golpe de gracia al sector.

"La cultura se encuentra en proceso
 de descomposición"
Festival Primavera Sound

Asociaciones de artistas visuales, galeristas, prensa musical, coleccionistas y críticos han redactado un manifiesto y han emitido una carta al presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en protesta por las medidas adoptadas por el Gobierno de España contra el sector productivo de la cultura. “Discográficas, distribuidoras, promotores, salas, empresas de promoción y comunicación, técnicos y por encima de todo músicos son los damnificados del desprecio y hasta rencor que muestran nuestros gobernantes para con un sector que supone buena parte de ese 3% del PIB generado por la cultura y que se encuentra en proceso de descomposición” ha explicado Sebas, uno de los creadores de la web musical Je Ne Sais Pop.

España se posiciona de esta manera como uno de los países de la Unión Europea con el IVA más alto para la cultura, "no creo que vaya a ser eficaz, no creo que recauden más", añade David Sanz de Calle Underground. Como promotor, es él quien debe decidir el coste final de las entradas para los eventos musicales. Con el cambio impositivo, buscar el equilibrio entre precio y cuantía de ventas se vuelve complicado.

La nueva medida del gobierno
atenta contra la Constitución española

Por otra parte esta nueva medida del gobierno atenta contra el artículo 44 de la constitución Española que proclama la obligación de los poderes públicos de promover y tutelar el acceso de los ciudadanos a la cultura. José Ignacio Wert, ha asegurado este jueves que la subida del IVA cultural "podrá tener vuelta atrás" cuando mejore la situación económica. Así lo ha expresado en declaraciones a los Desayunos de TVE, y queda recogido en un artículo publicado por el diario ABC.

No se trata de hacer campaña electoral para que el público sea consecuente con lo que está ocurriendo y vote a unas siglas políticas o a otras, si no más bien una llamada a la memoria colectiva, para que el día de mañana seamos capaces de recordar lo que está sucediendo estos días, y que se tenga presente que la cultura no ha sido, no es, ni deberá ser nunca un lujo.

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Despiece


Este es el texto íntegro del que se hacen eco numerosas publicaciones musicales de nuestro país reclamando que la cultura no es un lujo y que ha corrido como la pólvora durante los últimos meses por la red.


"Tras el anuncio de las últimas medidas tomadas por el Gobierno de España relacionadas directamente con materias culturales, un considerable grupo de medios musicales del país hemos decidido unirnos para manifestar una común disconformidad. Esperamos que lo expuesto a continuación sea compartido anímicamente y respaldado dentro de lo posible por nuestros lectores, tan afectados como nosotros mismos.
Todas las cabeceras que firmamos este manifiesto tenemos en común la pasión por la música, que cada cual refleja a su manera, de forma peculiar e independiente.
Más allá de eso otra característica nos define prácticamente a todas: salvo algunas excepciones, en nuestras páginas el comentario político había sido hasta hoy, cuando algunas ya están cerca de los treinta años de existencia, tangencial o incluso inexistente. Sin embargo, vivimos un momento histórico extraordinario que requiere de respuestas no menos extraordinarias por parte de todos. No se nos escapa que España pasa por momentos muy complicados. Tampoco que en esta situación se demanda del ciudadano de renta media-baja un esfuerzo enorme que se traduce cada día en cientos y miles de nuevos dramas humanos. A la vez, asistimos atónitos a los beneficios millonarios de los directivos de esas cajas que han quebrado el país, a las suculentas indemnizaciones de altos cargos que abandonan sus puestos de responsabilidad en medio del escándalo, a la indecencia de buena parte de nuestros políticos. En medio de este paisaje el Gobierno ha decidido dar una nueva vuelta de tuerca a una situación ya insostenible tomando una serie de medidas que condenan a la ciudadanía en general a poco menos que la indigencia y a un sector determinado, el de la música y la cultura popular, a la desaparición.
Entre las medidas adoptadas el pasado viernes 13 de julio se encuentra el incremento del 8% al 21% del impuesto del valor añadido (IVA) sobre el precio de las entradas a salas de cine, teatros, festivales musicales y conciertos. Es el definitivo golpe de gracia para un sector que depende del gasto en ocio para su supervivencia y que ha ido viéndose acorralado progresivamente por las decisiones de nuestros gobernantes. Porque en el mundo de la música popular, a diferencia de otros sectores industriales e incluso culturales, la subvención siempre ha sido escasa cuando no directamente nula y, sin embargo, la lista de zancadillas a la iniciativa privada por parte de las Administraciones es interminable: desde la promesa incumplida por parte del anterior Gobierno de considerar los discos y directos como producto cultural y rebajar su IVA al 4%, hasta la prohibición a acceder a una sala de conciertos a los menores de edad, pasando por las periódicas trabas a promotores y hosteleros para impedir que programen música en directo. Especial hincapié merece la nula respuesta que han dado nuestros gobernantes durante la última década al problema de las descargas ilegales, que se ha llevado por delante infinidad de puestos de trabajo en discográficas y distribuidoras.
Discográficas, distribuidoras, promotores, salas, empresas de promoción y comunicación, técnicos y por encima de todo músicos son los damnificados del desprecio y hasta rencor que muestran nuestros gobernantes para con un sector que supone buena parte de ese 3% del PIB generado por la cultura y que se encuentra en proceso de descomposición. También uno de los mejores escaparates posibles para esa marca “España” que a nuestros políticos tanto les gusta pasear: ¿alguien duda lo mucho que hacen por la imagen y la economía de este país nuestros músicos o festivales?
Por supuesto entre los damnificados también nos encontramos nosotros, la prensa especializada, que vemos cómo la publicidad (una importante fuente de ingresos. Y otra vez insistimos: que no el dinero público) se bate en retirada. Primero se fueron las discográficas como consecuencia de las nulas ventas, luego las grandes marcas a causa de la caída en el consumo y ahora lo harán los promotores, salas y festivales, condenados por la subida del IVA del ministro de Hacienda, el señor Montoro. Esto, unido a la inevitable caída de las ventas de quiosco, definitivamente nos deja en una situación difícil de sortear.
Por eso, la razón de ser de este manifiesto es doble.
Por un lado, mostrar nuestra absoluta solidaridad con el resto de compañeros del mundo de la música, brindar nuestro apoyo y demandar el suyo a la vez: si de todo esto algo se salva será únicamente por la fuerza que mostremos unidos.
Y por otro, dirigirnos a todos los que nos leéis, que nos consta que sois muchos y fieles. Lo cierto es que el tiempo se ha acabado y nos encontramos ante un ahora o nunca: o reclamamos aquello que consideramos justo o nos veremos privados de ello para siempre. Y esta advertencia se refiere tanto a la posibilidad de ver a tu grupo favorito tocando en tu ciudad como al acceso a la educación y la sanidad. No nos corresponde a nosotros señalar a unas siglas concretas, pero sí pedirte con todas nuestras fuerzas coherencia y que actúes conforme a tu conciencia desde hoy mismo respecto a todo lo que está ocurriendo a tu alrededor, vivas en Barcelona, Madrid, Burgos o un pueblecito de Galicia. No te calles. No te acomodes y reclama lo que consideras que es justo. Y si a pesar de nuestro esfuerzo nos lo siguen negando, no te olvides de cuanto ha ocurrido estos últimos años cuando llegue la hora de votar."