jueves, 27 de enero de 2011

¿La música Indie es una moda pasajera?

Ana del Mar Goncer.    REPORTAJE

Hablamos con: Óscar Hernández (Oh Libia), Joni Antequera (Amatria), Dj Perk (Carcamal Musicalidad) y Felipe Juárez.


Ahora que todos los festivales de música de la península comienzan a anunciar sus cabezas de cartel, sus  bandas confirmadas para el año 2012, y que todas las personas interesadas en este tipo de ocio cultural ya empiezan a sacar sus abonos y a elaborar sus planes festivaleros, nos asalta una pregunta. ¿Cuánta de esta gente que se amontonará detrás de las vallas durante los conciertos, y que pagará una media de 70€ por festival entre los más baratos y los más caros está asistiendo realmente porque van a disfrutar de la música, y no porque en los últimos años estos festivales se hayan puesto de moda?

¿El Indie no sólo es ya un estilo de música o una vía por donde canalizar la expansión de tu producto musical para bandas con pocos recursos? Quizás alguien se haya dado cuenta de que incluso en los escaparates de tiendas de moda como Primark aparecen frases como “look festival 100%”. Y esto, claro está, no es por una pura casualidad.

Público de un concierto de la pasada edición
del SOS4.8 Fuente: Facebook
Para intentar adentrarnos en estas y otras ideas al respecto de este tema, hemos contado con la opinión de personas que conviven dentro de este estilo, género o como queramos llamarlo, pero que responde a la palabra Indie. 
Músicos, Djs y personas musicalmente inquietas que tienen mucho que aportar sobre este tema tan discutido.
Óscar Hernández, teclista del grupo alicantino Oh, Libia!, que ha tocado en festivales de música como el Low Cost de Benidorm o la pasada edición del Indielx. Joni Antequera, miembro de la banda valenciana Amatria, que están a punto de publicar su primer disco de estudio, Felipe Juárez, asiduo a los conciertos y festivales de verano, consumidor activísimo de música alejada de lo mainstream, musicalmente inquieto y Fernando (Dj Perk), miembro del colectivo de música alicantino Carcamal Musicalidad.

"La palabra Indie se ha 
desvirtuado con el tiempo"

“La definición o el uso de la palabra Indie se ha desvirtuado con el tiempo. Antes era igual a música alternativa que buscaba un consumidor más individual y/o independiente en contraposición a la escena comercial, que se dirige a captar masas de consumidores. “Indie” es un diminutivo de “independent”, o sea que no depende de nada ni nadie”, comenta Fernando, miembro de Carcamal Musicalidad. “Quizás lo que haya cambiado al fin y al cabo es que se haya desvirtuado o no la palabra y sus connotaciones. Antes, hace 15 años o así, el indie era el que escuchaba a The Velvet Underground o a los Spacemen 3, ahora parece que lo es el que escucha a Vetusta Morla, Supersubmarina o incluso Coldplay. Pero claro, también hemos de tener en cuenta el hecho de que mucha gente que escucha estos nuevos grupos no conocen el significado de la palabra “indie”, ni les interesa saberlo. Las radiofórmulas se han dado cuenta de que hay algunos grupos que podían tener gancho entre el gran público y han sabido utilizarlo, con el consentimiento de estos grupos en muchos casos. Para mí, la palabra indie para con la música española seguirá teniendo sentido siempre que existan grupos como Lüger, Standstill o Pony Bravo o mientras sigan existiendo sellos como Elefant o El Genio Equivocado: atemporales y con el único interés de hacer lo que les gusta y lo que saben”, añade Felipe Juárez.



Para explicar el fenómeno de que ahora muchísima más gente prefiera escuchar música alternativa y de alguna manera más underground que la que ofrecen los medios masivos, resultaría interesante definir la palabra Indie, y saber si ha cambiado la misma en estos últimos años. Joni, componente de Amatria explica que no cree que esta definición haya cambiado, y comenta que “Lo que pasa es que la gente atribuye “indie” a cosas que no lo son, o por lo menos que no lo eran cuando surgió el término, pero claro, si muchísima gente empieza a decir que algo es indie al final se termina considerando como tal, así que sinceramente creo que ya ni yo mismo sé lo que es ser Indie”.

"Ha aparecido el temido fantasma
del cliché"

Dos chicas durante uno de los conciertos de
la pasada edición del Low Cost. Fuente: Archivo
 Óscar Hernández, miembro de Oh, Libia! opina que “indie y alternativo, hace unos años, fue otra etiqueta más, pero al menos sirvió para tratar de explicar cierto fenómeno con características concretas entre el “totum revolutum” que es la cultura musical y artística, en general. En música, probablemente, la definición se ha devaluado mucho, se ha pasado de etiqueta estilística a etiqueta a secas: con los años, se ha generado un gran negocio con este tipo de enfoque, tanto artístico como social, y no es más que otra forma de catalogar y manejar conjuntos de población joven, sobretodo, que desean diferenciarse de alguna manera pero que, como suele pasar, acaban fagocitados por un estilismo que impone normas y límites, y esto siempre conduce a la pérdida de la propia singularidad, y la aparición del temido fantasma del cliché, cuyo sencillo funcionamiento une conceptualmente a personas diferentes, pero las aísla y limita dentro de un todo”. “El indie tampoco es que sea un estilo musical concreto, es más bien un concepto o una visión. También es verdad que un grupo siempre va ligado a su identidad conseguida con el tiempo de andadura”, añade Fernando, Dj Perk.


Parece que de una persona que escuche normalmente programas de radio como los 40 principales o Cadena 100 si que se puede entender que le guste Vetusta Morla  o Second porque los haya escuchado en la radio, pero en cambio alguien que se considera que se mueve dentro de este universo Indie, no puede decir que le gusta Amaral, aunque haya empezado a salir en revistas de Indie nacional, como grupo que está dando unos giros importantes hacia el terreno Indie y alejándose de lo comercial.
“Lo que se lleva es la exclusividad, la distinción, si algo te mola a ti y a unos pocos más te sientes especial, pero si resulta que le mola a muchísima gente eres otro del montón, has visto en ellos lo que la mayoría, dejas de ser especial, así que te obligas a que no te gusten para ir contra corriente y sentirte de nuevo distinguido, he conocido a mucho “entendido musical” de este tipo, dándoselas de moderno mientras se pone una venda en los ojos. En el caso de Amaral son simples prejuicios, como fueron lanzados como producto comercial y popular desde el momento que fueron concebidos no hicieron sentir especiales a los que creen tener mejor gusto musical que el populacho, así que si quedan reminiscencias de aquello es por simple prejuicio irracional, Amaral mola, Pereza flipan, que les hayan hecho más o menos o distinta promoción es, desde mi punto de vista, completamente secundario. Otra cosa es que su música sea más accesible, y oídos menos entrenados la puedan entender sin problema, pero eso no es malo, así que no hay que tratarlo como tal”, afirma el miembro de Amatria.

¿El lado Indie es la otra cara
 de la misma moneda?

Uno de los directos del SOS4.8 de Murcia
Fuente: Raúl. D
El indie es un poco snob por naturaleza. No es fácil salirse de la manada para escuchar o simplemente ser un poco diferente, por lo que es normal que se sienta cierta superioridad. Sin embargo, con el paso del tiempo uno se da cuenta de que lo de tener etiquetas es un pelmazo, porque te limita muchísimo en tu rango de movimiento, en el sentido de: “Joder, no puedo escuchar a Amaral porque ya sonaron antes en las radios comerciales” o “Tengo que escuchar el último disco de Vetusta Morla, Sidonie y Zahara porque si no, no me los voy a saber cuando vayan al Sonorama, al Arenal Sound y al Low Cost”. Pues no, si quieres escuchar a Amaral, escúchalo. Y si tienes la obligación de escuchar algo para no sentir que estás descolgado y no porque verdaderamente te gusta, es que tienes un grave problema de personalidad”, añade Felipe Juárez. Óscar Hernández, tiene también otras opiniones al respecto, “El eclecticismo puede ser una virtud. La claustrofobia es una respuesta natural, en el momento en que el limitado conjunto de estímulos que se reciben no satisface las necesidades propias, que reclaman más y mejor. Esto, en la actualidad y entre mucha gente joven resulta, además, vertiginoso. Pero creo, volviendo a la tribu “indie” y a sus inquietudes, que no existe nada realmente axiomático acerca de lo que debe o no ser considerado propio de determinada escena. El ejemplo de Amaral es muy práctico: nacieron “indies”, probaron las mieles del éxito, acabaron alimentando al “mainstream” y... algo ha pasado, porque ahora vuelven a aparecer en los catálogos primigenios, teóricamente a distinto nivel del logro alcanzado: ¿por qué? ¿acaso el “mainstream” ya puede prescindir de ellos? ¿ya no resultan tan (y recalco el adverbio de cantidad) rentables? ¿o es que el lado “indie” es la otra cara de la misma moneda? Parece obvio si se abandonan los tópicos y se usa la simple deducción.

“Yo creo que el indie se ha relacionado siempre con la vanguardia y la modernidad, y ahora hay mucha más gente queriendo ser moderna que hace 20 años” apunta Joni Antequera. Este pensamiento está certeramente bien encaminado ya que como hemos comentado antes, hoy en día el movimiento Indie es algo que se ha expandido como la pólvora llegando a todos los ámbitos posibles, y los jóvenes quieren formar parte de todo lo que se lleve, de todo lo que sea “moderno”. “Todo es moda, y las modas, aunque estén, se irán un tiempo; y si no están, volverán. Pero también, cada uno, hace de sí mismo su propia moda. Te aseguro que estoy totalmente sobrio y sin influencias narcóticas cuando digo esto”, apunta Óscar, teclista de Oh, Libia!.

 “El Indie es una moda. Es una moda salir con gafas de pasta sin graduar, pintarse los labios de rojo intenso (en el caso de las chicas, claro) y ponerse camisas de cuadros mientras twitteas convulsivamente letras de Love Of Lesbian y subes fotos al Instagram para parecer una persona interesante. Lo que dure esta moda, ya se verá”, sentencia Felipe Juárez.